La emergencia del “Consenso por el Perú”
Si toda crisis es una oportunidad, opino que éste es el preciso momento en que los gremios empresariales, la academia y la sociedad civil relevante deben converger en una suerte de “Consenso por el Perú”
Si toda crisis es una oportunidad, opino que éste es el preciso momento en que los gremios empresariales, la academia y la sociedad civil relevante deben converger en una suerte de “Consenso por el Perú”
El camino del crecimiento y desarrollo sostenido es una labor que puede tomar décadas y requiere de un marco institucional sólido y de claros liderazgos políticos.
El camino del crecimiento y desarrollo sostenido es una labor que puede tomar décadas y requiere de un marco institucional sólido y de claros liderazgos políticos.
¿Qué hacemos para que el concepto de propósito en las empresas pueda ser efectivamente practicable? Porque las empresas también tienen la responsabilidad de generar rendimientos para los inversionistas (return on equity, ROE).
Sucedió que los emprendedores, los motores de la generación de bienestar en una sociedad, se cansaron de las cadenas impuestas por los burócratas, los carteles de sindicatos, entre otros.
América Latina parece encontrarse en una suerte de “desafección política", como aquellos veraneantes que le dan la espalda al mar, sin estar conscientes de que más temprano que tarde vendrá un tsunami, debido al evidente “movimiento telúrico” global.
Los ciudadanos requerimos que el Poder Ejecutivo y el Legislativo se orienten bajo políticas de Estado, en el marco de un plan nacional de desarrollo económico y social, bajo un enfoque territorial, debidamente institucionalizado. Hoy tenemos a un Ceplan (Centro Nacional de Planeamiento Estratégico) sin ningún peso específico.
El camino es otro y puede ser más tedioso, pues se deberá indagar en la experiencia práctica del derecho político y el funcionamiento de las instituciones políticas, como una suerte de pragmatismo jurídico.
En el siglo XIX, las naciones independientes en América Latina tenían dos opciones principales en materia de régimen político: la monarquía constitucional y la república.